Más adelante, Cooke (2005) redefiniría RIS como una interacción para “la generación y explotación de conocimiento vinculados a sistemas globales, nacionales y regionales”, afirmando de esta manera las relaciones de los RIS fuera de sus propios límites físicos. En la misma línea, el estudio de Niosi y Bas (2003) concluyó que las alianzas de conocimiento científico tienden a ser internacionales y se basan en la proximidad funcional más que geográfica, resultando en niveles más avanzados de conocimiento e innovación.
Estos hallazgos muestran que, efectivamente, la innovación no podría desarrollarse de forma aislada, sino a través de interacciones entre diferentes actores como empresas, universidades, gobierno, sociedad y el entorno natural, que apoyan la innovación en una localidad con el objetivo de mejorar su capacidad competitiva, creando riqueza y estructuras de producción.
Al ser las instituciones los componentes principales de los RIS, se considera que es importante investigar más sobre ellas para clasificarlas teniendo en cuenta su influencia positiva y negativa en el proceso de innovación. En cuanto a la evaluación, se encontraron pocos estudios que hayan medido el rendimiento de los RIS, por lo que se hace necesario desarrollar métricas que permitan establecer indicadores claros y estandarizados con la que se pueda medir si contribuyen al crecimiento económico de las sociedades a largo plazo.
Es importante también definir qué es el éxito para un RIS, ya que varios autores han destacado la importancia de considerar el desarrollo sostenible como un indicador, incluidos los aspectos económicos, ecológicos y sociales. Finalmente, se requiere desarrollar una mejor comprensión y clasificación de los perfiles de los RIS, pues no todos presentan las mismas características y comportamiento.
Artículo publicado en la Revista Cogent Business & Management (ver paper).