Sin embargo, esto no quiere decir que no haya lecciones de crisis pasadas que podamos adaptar a nuestra realidad.
Durante toda desaceleración económica, los consumidores reajustan sus presupuestos, buscando alternativas más económicas, y recortan gastos en el consumo de productos o servicios que no consideran elementales, al mismo tiempo que las empresas reducen gastos donde pueden y posponen sus proyectos de inversión. No obstante, en el transcurso del tiempo que lleva a la recuperación económica, las empresas deben de mantener un seguimiento atento de su marca y cómo el consumidor va evolucionando, de manera que busquen adaptarse a estos cambios en el patrón de consumo. El recorte común en las empresas es el de marketing y publicidad, siendo el más afectado; sin embargo, usualmente se abusa en los recortes en esta área, lo cual podría repercutir en el largo plazo. Hay varias marcas peruanas que han dejado de lado su relación con el consumidor, esperando retomarla en tanto puedan volver a operar. Cortar la comunicación que tiene con sus consumidores implica ceder el posicionamiento que ha logrado, mientras que otras empresas buscan alternativas más económicas de mantenerse presente en la mente del consumidor. Quizás otra de las lecciones más importantes que acompaña a esta es el poder de adaptación al contexto social y económico. No faltan ejemplos de cómo empresas están incursionando en otros rubros a fin de adaptarse a la naturaleza impredecible de una crisis o produciendo versiones más económicas de sus principales marcas. Entender y seguir el funcionamiento de la psicología de su público objetivo puede no solo brindar nuevas oportunidades de negocio, sino una posición sólida en su mente para cuando los hábitos de consumo se vayan restableciendo hacia un nuevo equilibrio.
Si desea comunicarse con el profesor e investigador de CENTRUM PUCP, Percy Marquina, escribir a percy.marquina@pucp.edu.pe
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