La situación inesperada de la pandemia global de COVID-19 en 2020 afectó mucho a aquellas empresas que tienen una importante reducción de ventas, pero tienen que seguir brindando servicios esenciales a la población, como, por ejemplo, los servicios de electricidad y de agua y saneamiento. Estas empresas nunca se habían hecho una operación de esta naturaleza que demandó una logística inusual; ni tampoco se evaluó los cambios en el uso de los servicios al retener a los pobladores en sus domicilios, o el impacto de esta medida en el flujo de caja institucional de las empresas.