El plan estratégico para la Región Ayacucho tiene como objetivo primordial establecer las estrategias para lograr un crecimiento económico sostenido y una mejora sustantiva en la calidad de vida de sus pobladores, mediante la administración efectiva y eficiente de sus recursos. En este documento, se plantea una visión de la realidad actual de la región respecto del país y el mundo, que permite establecer cuáles son sus fortalezas y debilidades, y qué oportunidades y amenazas se presentan en el entorno. La Región Ayacucho, a pesar haber sido golpeada por el terrorismo en las décadas de 1980 y 1990, y que aún lucha contra ciertos rezagos de este, incluido el narcotráfico, ha logrado en los últimos 10 años un crecimiento del PBI muy superior al del promedio del país. Al analizar sus ventajas comparativas y competitivas, existe un potencial interesante en recursos agrícolas y ganaderos, además de reservas en oro y plata muy prometedoras. Estas ventajas contrastan con la deficiente infraestructura vial y de servicios básicos, que llegan a niveles alarmantes y generan, junto con los bajos niveles de educación y salud, un alto índice de pobreza. El análisis externo e interno de la región determina que no existen clústers en esta, pero es posible generarlos. Para ello se debe contar con la infraestructura necesaria, que permita la conexión con los diferentes mercados de una manera eficiente, para mejorar así los niveles de vida para la población. El reto es aplicar las directivas que permitan a la Región Ayacucho salir de la pobreza y encauzarla en la ruta de la competitividad mediante el aprovechamiento de su ubicación geográfica. La Región Ayacucho, al año 2025, será una región competitiva a nivel nacional, integrada social y económicamente, a través de una mejora sustancial en los niveles de vida de la población y un desarrollo sostenido en los sectores agricultura, ganadería, y turismo.