Autor: Fernando Ramírez Rojas
Como parte de los seres vivos, los humanos nos enfrentamos a desafíos globales sin precedentes. En la tercera década del siglo XXI los retos van desde el cambio climático hasta las asimetrías económica y social en distintas regiones del planera. Ante esta realidad, De La Vega y Barcellos (2020) definieron en un estudio científico el concepto de Innovabilidad, enfocándolo hacia el desarrollar productos, procesos, servicios y estrategias de marketing que generen competitividad a través de prácticas sostenibles. Este enfoque requiere adoptar una Estructura de Producción Unidimensional de Innovabilidad, que implica un cambio progresivo en el mindset de las personas hacia acciones que beneficien al planeta.
Este planteamiento, a la vez global e individual, nos lleva a considerar la teoría de la jerarquía de las necesidades de Abraham Maslow (1943), que sugiere que las necesidades humanas van desde las más básicas, como alimentación y seguridad, hasta la auto-realización. Según Maslow, las necesidades superiores se atienden una vez satisfechas las fundamentales. Esta perspectiva nos ofrece un lente válido a través del cual podemos examinar el concepto de innovabilidad y su estructura de producción unidimensional: para que las personas y las sociedades se comprometan plenamente con la innovación sostenible. Primero, deben tener aseguradas sus necesidades básicas. Con esta afirmación, resulta válido inferir que las personas más propensas a alcanzar el mindset de la innovabilidad sean aquellas cuyas necesidades de alimentación, seguridad o educación están cubiertas. Pero ¿acaso lo anterior sugiere que la innovabilidad es un concepto dirigido solo a sociedades o individuos que estén ubicados en la cúspide de la pirámide de Maslow? De ninguna manera. Sin embargo, esta respuesta trae consigo un reto: ¿cómo lograr que la base de la pirámide se comprometa y adopte la innovabilidad como eje fundamental de su accionar diario?
En este punto, es natural que alternativas como políticas públicas o estatales se erijan como grandes promotores del cambio positivo. Sin embargo, con ánimos de embarcarnos en caminos más prácticos y viables, lo que se propone es desarrollar una integración de la innovabilidad con las necesidades de las personas, lo que implica considerar cómo las innovaciones, tanto en tecnología como en procesos y modelos de negocio, pueden diseñarse y aplicarse de manera que aborden directamente las necesidades básicas y mejoren la calidad de vida, al mismo tiempo que promueven la sostenibilidad.
Con esta propuesta, no solo se busca asegurar la viabilidad de la innovabilidad en su sentido práctico, sino también que este concepto se convierta en una fuerza motriz para un futuro más sostenible y equitativo. No obstante, invitamos a los lectores a proponer ideas novedosas que ayuden a seguir divulgando esta nueva forma de concebir y actuar en el mundo.
Referencias:
• De la Vega, I., & Barcellos de Paula, L. (2020). Scientific mapping on the convergence of innovation and sustainability (innovability): 1990–2018. Kybernetes, © Emerald Publishing Limited 0368-492X. https://doi.org/DOI 10.1108/K-05-2020-0328
• Maslow, A. H. (1943). A theory of human motivation. Psychological Review, 50(4), 370–396. https://doi.org/10.1037/h0054346