Autor: Iván De La Vega
Esta reflexión sobre la innovación tiene que ver específicamente con la definición de lo que cada persona entiende sobre este término tan poderoso. Me refiero, a que no es un tema menor pensar en el hecho de tener referencias similares para consensuar sobre los cambios con agregación de valor que se desarrollan en nuestro entorno y, a partir de allí, comprender de forma adecuada cuando realmente se produce un acto de innovación y cuando se realiza teatro de la innovación.
Sí, existe el Manual de Oslo en su cuarta Edición y sabemos que funge como la norma Internacional en la que se define a la innovación. Además, en ese documento se proponen indicadores basados en marcos de referencia teóricos, pero la realidad es terca y las velocidades para comprender las dinámicas de cambio a escala global van más rápido de lo que se captura en este tipo de manuales.
El término innovación es un concepto “vivo”, dado que evoluciona constantemente exactamente por su relación intrínseca en cuanto a la generación de cambios que van desde procesos incrementales hasta los disruptivos. Desde Schumpeter, pasando por la corriente de pensamiento neoschumpeteriana hasta llegar, entre otras definiciones, a enfoques como la innovación abierta, innovación social o innovabilidad, identificamos múltiples acepciones que tienden a complejizar la comprensión terminológica.
Entonces ¿qué entendemos por innovación? El World Economic Forum (WEF) en 2023 empleó la siguiente definición que la considero integradora para usarla como referencia en cualquier marco de discusión. Dice: “La innovación es el proceso de convertir nuevas ideas en valor, en forma de productos, servicios, modelos de negocio y otras nuevas formas de hacer las cosas. Es complejo y va más allá de la mera creatividad e invención para incluir los pasos prácticos necesarios para facilitar su adopción”. Le añadiría, que para asegurar que se cumpla con un verdadero acto de innovación hay que medir el proceso de implementación para verificar si mejoró lo que se venía haciendo o, en el caso de ser algo disruptivo, establecer si la inversión realizada en cuando al factor humano utilizado, el financiamiento asignado y el tiempo invertido fue recuperado y, además, también se debe evidenciar que se generó algún tipo de beneficio tangible o intangible.
Por otro lado, cuando hablamos del teatro de la innovación estamos partiendo de un enfoque emergente y novedoso que permite identificar conductas inadecuadas de múltiples organizaciones referidas a reportar de forma exagerada actividades que realizan. En un estudio publicado en 2024 en la revista científica Technovation se indicó que múltiples empresas carecen de suficientes capacidades y recursos para innovar. Los autores también señalan que no existen métricas, tampoco alineación y estrategias para perseguir productos reales. Finalmente, indican que una razón de fondo es que no comprenden plenamente el valor y la utilidad de la innovación (Granados et al 2024). Esto significa que estamos en presencia de un tema de interés con espacio para investigar y, además, para establecer criterios y métricas novedosas que permitan contar con mayores elementos dirigidos a evaluar esa tipología de conductas. ¿usted piensa que es posible distinguir entre actos reales y teatro de la innovación?
Referencias
World Economic Forum (2023). What is Innovation? https://intelligence.weforum.org/topics/a1Gb0000000LrSOEA0
Cristian Granados, Yarid Ayala, Monica Ramos-Mejia, Is it substantive or just symbolic? Understanding innovation theater in organisations: The case of technology-based innovation, Technovation, Volume 129, 2024,102880, ISSN 0166-4972, https://doi.org/10.1016/j.technovation.2023.102880.