La actividad económica más importante de la Región Apurímac es la agricultura, pero esta no se encuentra desarrollada, y se distingue más bien por estar destinada al autosostenimiento, lo que hace que tenga un nulo desarrollo tecnológico. Además, la superficie agrícola ha disminuido notoriamente en los últimos años, y el desempeño agrario de Apurímac está, junto con el de los sectores económicos más importantes, debajo del promedio nacional, y que sea la región esté entre las que menos aportan al PBI nacional. No obstante esta realidad, debe tenerse presente que la Región Apurímac cuenta en su territorio con diferentes pisos ecológicos, de modo que posee una variedad de climas que ofrecen una rica biodiversidad propia, pero también adaptada. Al mismo tiempo, la gran cantidad de pastizales de la región hacen que tenga una natural vocación pecuaria. La Región Apurímac posee no solo un potencial de recursos agropecuarios, sino también mineros y turísticos, pero no hay información especializada disponible acerca de ellos, una situación que podría ser superada si los apurimeños hicieran uso de los recursos de las telecomunicaciones. Igualmente, podrían aprovechar la más reciente tecnología agrícola para sacar ventaja de su potencial agroexportador y, por ejemplo, ofrecer productos orgánicos, cuya demanda internacional es cada vez más alta. De esta forma, Apurímac será a 2025 una de las principales regiones agroexportadoras del país, un destino turístico competitivo a nivel nacional, la primera región exportadora de productos minerales con valor agregado a nivel nacional, y habrá erradicado el analfabetismo, y su nivel de pobreza se reducirá por lo menos en 50%.