Alrededor del mundo es bien sabido que la ciencia es necesaria, y que los avances científicos son deseables para que las distintas instancias de la humanidad puedan continuar beneficiando a la misma en muchos aspectos. Es decir, el hecho de que la ciencia avance es positivo. Sin embargo, más allá de cómo lo hace, las personas en general no conocen cómo es que dichos avances científicos se concretan, ni tampoco cómo se dan a conocer. Por ello, posiblemente sea necesario aclarar ambos aspectos.
Sobre el avance de la ciencia, este se da a través de la investigación científica formal, la cual puede desarrollarse en empresas públicas, privadas, organizaciones sin fines de lucro, universidades, etc. No obstante, para ello se requieren fondos. Las personas dedicadas a la investigación necesitan vivir de algo, y por ello la investigación solo es posible a través del financiamiento. Este financiamiento es considerado una inversión, y un tipo de inversión es el que se conoce como investigación y desarrollo (I&D). A través de la inversión en I&D la ciencia logra avanzar.
Respecto a la difusión de las investigaciones, y particularmente de sus resultados y repercusiones específicas, las mismas son publicadas en revistas científicas especializadas, previa revisión y validación de expertos anónimos, para garantizar que los procedimientos para lograr los hallazgos hayan sido los idóneos. Cada país posee científicos que, a través de la investigación, contribuyen a que la ciencia avance gracias a las investigaciones publicadas en dichas revistas especializadas. Por tanto, se espera a que a mayor nivel de investigación y desarrollo, se obtengan más investigaciones publicadas en revistas especializadas que contribuyan al avance de la ciencia.
La pregunta que surge en este punto es la siguiente: ¿podría haber una relación entre el nivel de inversión en I&D en un país, la cantidad de investigaciones publicadas por científicos de dicho país, y el crecimiento económico del país en cuestión? El objetivo de la investigación realizada por el Dr. Arana fue justamente ese: determinar si existe correlación entre los elementos mencionados, procurando determinar si valdría la pena, o no, invertir en mayor medida en I&D, para que por medio de una mayor publicación de investigaciones en revistas científicas especializadas, se pueda conseguir un mayor crecimiento económico para el país inversor y publicador de investigaciones.
Entre la literatura asociada al fenómeno estudiado, se encontró que podrían haber diferencias importantes entre países desarrollados y países emergentes, por lo que se estudiaron ambos grupos por separado. Además, el indicador estudiado fue el número de artículos publicados por cada país por cada 1% de inversión en I&D, expresado como porcentaje del producto bruto interno del país (PBI), una forma novedosa en la literatura de medir la inversión en I&D. Además, el estudio intentó considerar a los 20 principales países inversores en I&D, pero producto de falta de información pública, solo se pudieron considerar 17 países: Estados Unidos, Reino Unido, China, Alemania, Canadá, Francia, Italia, España, Países Bajos, Corea del Sur, Japón, Suecia, Turquía, Brasil, Polonia, India y Rusia. Saltan a la vista los dos grupos, siendo los países emergentes Brasil, Rusia, India, China y Turquía, o para el caso específico de esta investigación, BRIC + Turquía.
Dentro de los hallazgos más relevantes de la investigación, se encuentran el hecho de que, más allá de cuánto invierte un país en I&D, es más bien la productividad de dicha inversión en términos del número de investigaciones publicadas lo que finalmente decanta en progreso para dicho país, y no solo a nivel científico, sino justamente a nivel económico. La investigación ofrece evidencia de que, a mayor cantidad artículos científicos publicados por cada 1% de inversión en I&D en términos del PBI del país, mayor es la tasa de crecimiento de dicha economía. Particularmente, la relación se vuelve mucho más fuerte para países emergentes, lo que representa una gran oportunidad de que dichos países hagan crecer más rápidamente sus economías por medio de mayor inversión en I&D.
En conclusión, el conocimiento científico producido gracias a la inversión en I&D tiene el potencial de incrementar el ritmo de crecimiento de un país, particularmente a nivel de países emergentes. Por ello, es una excelente vía para el progreso de dichos países. Esto tiene sin duda repercusiones en las políticas públicas de los países, ya que invita a todos ellos, particularmente los emergentes, a incrementar su inversión en I&D, a nivel público y privado, para incrementar la cantidad de artículos científicos producto de dicho esfuerzo de investigación, y que ello genere progreso económico para su población.
Referencias:
Arana Barbier, P. J. (2023). The Relationship Between Scientific Production and Economic Growth Through R&D Investment: A Bibliometric Approach. Journal of Scientometric Research, 12(3), 596–602. https://doi.org/10.5530/jscires.12.3.057