La inteligencia social se compone de la conciencia social, lo que percibimos en los demás, y la habilidad social, lo que hacemos con esa conciencia. Implica tanto detectar lo que la otra persona siente como, basándonos en eso, tener una interacción efectiva y fluida. Estudios en neurociencia revelan que nuestras relaciones sociales tienen un efecto directo en nuestra salud física y mental.
La idea de que los líderes necesitan habilidades sociales no es nueva. En 1920, el psicólogo de la Universidad de Columbia, Edward Thorndike, señaló que “el mejor mecánico en una fábrica puede fracasar como capataz por falta de inteligencia social”. Si los líderes esperan obtener lo mejor de su equipo, deben seguir siendo exigentes, pero de maneras que fomenten un ambiente positivo en sus equipos. La investigación en neurociencia muestra que el enfoque tradicional de recompensas y castigos por sí solo no tiene sentido, y los sistemas de incentivos tradicionales no son suficientes para obtener el mejor rendimiento de los seguidores. El liderazgo consiste en desarrollar un interés genuino y talento para fomentar sentimientos positivos en las personas cuya cooperación y apoyo se necesita. Para tener éxito en niveles superiores de gestión, la inteligencia social es más importante que la inteligencia emocional.
Esta investigación analiza si la práctica del yoga, que es el plan de estudios más antiguo destinado al aprendizaje encarnado en el mundo, puede mejorar la inteligencia social. Muchos empresarios destacados atribuyen su éxito en los negocios a la práctica regular del yoga. La mayoría de estos empresarios destacados practican yoga los siete días de la semana, como Ariana Huffington de Huffington Post, Sergey Brin de Google, Jeff Weiner de LinkedIn, Ratan Tata de Tata Sons, Beyoncé de Parkwood Entertainment y William Clay Ford Jr. de Ford Motor Company, por nombrar algunos. En 2014, en reconocimiento del atractivo universal del yoga, las Naciones Unidas proclamaron el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga anual.
Esta investigación analiza y mide el impacto del yoga en los participantes de programas de MBA ejecutivos a través del prisma de la atención plena. La atención plena (mindfulness) es un concepto budista que describe un estado de conciencia presente, en el que el individuo es consciente de múltiples perspectivas. El yoga pone más énfasis en la conciencia mente-cuerpo que en la alineación física exacta. El pranayama se centra en la conciencia de la respiración y la meditación es un andamiaje para la atención plena. La atención plena ayuda al tomador de decisiones a ser menos crítico, lo que mejora la calidad de la toma de decisiones. Al reducir la procrastinación y aumentar la autodeterminación, mejora la toma de decisiones al eliminar comportamientos reactivos arraigados. Como remedio para la cognición y el comportamiento descuidados, la atención plena mejora la eficiencia en las negociaciones y procedimientos de arbitraje. Al captar señales débiles y percibir anomalías, la atención plena es un activo importante para un gerente en la prevención de accidentes. La atención plena aumenta la resistencia a los sesgos de costos hundidos en la toma de decisiones. También es eficaz para mejorar el funcionamiento adaptativo, el bienestar y el uso óptimo del tiempo, y está asociada de manera positiva con la participación en el trabajo y los niveles de rendimiento laboral.
En el caso de la formación ejecutiva, la atención plena mejora la capacidad de los participantes para concentrarse durante períodos más largos. Puede facilitar el aprendizaje transformador promoviendo la conciencia de las propias perspectivas y las de otras personas, al mismo tiempo que reduce la resistencia a conceptos y procedimientos novedosos.
La creciente conciencia del yoga en todo el mundo es de importancia histórica, siendo una colaboración única entre dos esferas distintas del esfuerzo humano: la ciencia occidental moderna y la antigua sabiduría oriental. En este estudio, los resultados muestran que el yoga aumenta la inteligencia social y el rendimiento académico directamente, así como a través de la atención plena. En el caso de la inteligencia social, el 43 por ciento del aumento proviene directamente del yoga y el 57 por ciento a través de la atención plena.
Este artículo se deriva del estudio “Mejora de la inteligencia social de los ejecutivos de empresas públicas a través de prácticas de yoga”, escrito por Anand Asthana, profesor de CENTRUM PUCP Business School.
