En América Latina y el Caribe, la pandemia del SARS-CoV-2 (COVID-19) agudizó los desafíos de salud pública y abrió el debate sobre la seguridad frente a las amenazas biológicas y el abastecimiento nacional. La pandemia de COVID-19 afectó a la población de manera diferente según el nivel socioeconómico de cada segmento, ubicación geográfica estratégica, especialmente en ciudades con aeropuertos o trenes de alta velocidad, con alta densidad, y con aglomeraciones subnormales como favelas, cuevas, subdivisiones irregulares, chozas y palafitos. Dependiendo de los diferentes tipos de vivienda, el espacio físico disponible y el distanciamiento social, la tasa de propagación e infección de COVID-19 varió ampliamente.
La emergencia sanitaria provocó daños sociales y económicos, por lo que fue necesario generar políticas públicas más eficaces y eficientes que pudieran ayudar a los sectores más vulnerables, ya que la pandemia generó nuevas desigualdades en varios frentes.
Debido a la complejidad de la situación, desde el inicio de la pandemia se crearon diferentes modelos matemáticos con el fin de determinar las causas, efectos y tendencias sociales y económicas que afectaban a la población para prevenir el riesgo de contagio por COVID-19. En estos modelos se identificaron variables relevantes como los aspectos socioeconómicos captados por el Índice de Gini y el PIB y las variables de calidad del aire, clima y demografía, que ayudaron a explicar por qué los efectos del contagio diferían de una región a otra.
Este estudio analizó cómo las variables urbanas, de vivienda y socioeconómicas se relacionan con la incidencia de COVID-19. Por lo tanto, se tomaron estas variables junto con datos demográficos, educativos, laborales y de COVID-19 de 32 comunas de Santiago de Chile entre marzo y agosto de 2020, antes de que las vacunas estuviesen disponibles.
Los resultados del Análisis de Componentes Principales confirmaron que aquellas comunas con más recursos económicos, sociales, organizacionales y de infraestructura fueron en general menos afectadas por el COVID-19.
Dado que las dimensiones que afectan al COVID-19 se basan en variables estructurales, se pone en relieve en qué medida nuestras ciudades pueden estar preparadas para la próxima pandemia. Se elaboran recomendaciones para los tomadores de decisiones locales, pues hay un margen de maniobra para aliviar la densidad poblacional. Los autores, entre los que se encuentran la Dra. Kuschel, profesora en CENTRUM de la Pontificia Universidad Católica del Perú, sugieren tres importantes vías para que los municipios puedan prepararse ante posibles futuras pandemias: el control de la inmigración ilegal, la inversión en viviendas y en parques urbanos.
REFERENCIAS
Kuschel, K., Carrasco, R., Idrovo-Aguirre, B.J., Duran, C., Contreras-Reyes, J.E. (2023). Preparing Cities for Future Pandemics: Unraveling the Influence of Urban and Housing Variables on COVID-19 Incidence in Santiago de Chile. Healthcare. 11(16): 2259. https://doi.org/10.3390/healthcare11162259