Los sistemas educativos enfrentan una paradoja: formar personas en un mundo cada vez más cambiante, interconectado y desbordado de información, donde las respuestas simples ya no son suficientes. En este contexto, el pensamiento complejo —concebido por Edgar Morin como la capacidad de observar realidades interrelacionadas— cobra una importancia renovada. El reto está en cómo lograr que esta competencia se convierta en el eje articulador de los procesos de enseñanza y aprendizaje en la universidad. Para ello, es necesario rediseñar prácticas docentes, integrar tecnologías y promover una formación activa, crítica y comprometida con la sociedad.
Un estudio liderado por investigadoras de México y Perú analizó las trayectorias educativas que fomentan el desarrollo del pensamiento complejo en estudiantes universitarios. La investigación combinó el análisis de datos de más de 1900 estudiantes con entrevistas a docentes de distintas instituciones de educación superior. Los resultados fueron reveladores: aunque muchas estrategias pedagógicas promueven competencias como el pensamiento crítico, la innovación y el análisis sistémico, estas no siempre están claramente articuladas en los modelos educativos institucionales
Desde la perspectiva estudiantil, las habilidades más valoradas fueron la capacidad para integrar conocimientos de distintas disciplinas, proponer soluciones innovadoras y evaluar críticamente los problemas en sus contextos reales. Estas competencias, asociadas al pensamiento complejo, son clave para afrontar los grandes retos contemporáneos: desde el cambio climático hasta la justicia social o la transformación digital.
Por su parte, los docentes compartieron estrategias pedagógicas efectivas como el aprendizaje basado en problemas, proyectos interdisciplinarios, actividades con expertos externos y el uso de tecnologías emergentes. Estas prácticas, si bien no siempre se reconocen explícitamente como promotoras del pensamiento complejo, generan espacios de aprendizaje más significativos y conectados con la realidad.
El estudio propone una serie de trayectorias educativas que orientan el desarrollo del pensamiento complejo y sus subcompetencias en la educación superior. Estas trayectorias incluyen: la integración estratégica de herramientas digitales y tecnologías emergentes para potenciar el análisis crítico y colaborativo; el diseño de programas interdisciplinarios que fomenten la conexión entre saberes diversos; la innovación en métodos de evaluación que permitan evidenciar procesos de razonamiento complejo más allá de los resultados finales; la resolución de problemas auténticos vinculados a contextos reales; la incorporación de perspectivas globales que promuevan el entendimiento intercultural; el enfoque centrado en el estudiante como agente activo del aprendizaje; y la inclusión de consideraciones éticas que permitan evaluar las implicancias sociales y ambientales de las decisiones. Estas rutas ofrecen un marco práctico y adaptable para transformar la enseñanza universitaria y formar profesionales capaces de actuar en contextos inciertos, dinámicos e interconectados
El estudio también reveló la importancia de generar condiciones institucionales para fomentar estas prácticas: desde la formación docente continua hasta la revisión de modelos curriculares y la incorporación de tecnologías digitales que permitan una evaluación más integral y formativa del aprendizaje.
Educar para la complejidad no es una moda, sino una necesidad urgente. Este estudio demuestra que es posible —y necesario— reconfigurar las trayectorias pedagógicas universitarias para formar ciudadanos críticos, creativos y comprometidos con el mundo que habitan. Las universidades están llamadas a asumir un papel activo en esta transformación, articulando nuevas formas de enseñar, aprender y evaluar que respondan a los desafíos del siglo XXI. Apostar por el pensamiento complejo es, en última instancia, apostar por una educación más humana, ética y sostenible.
DATO: Este artículo deriva del estudio Redefining education: educational trajectories for complex thinking skills, publicado en Humanities and Social Sciences Communications y que tiene como coautora a May Portuguez-Castro profesora e investigada de CENTRUM PUCP Business School.
Referencia:
Ramírez-Montoya, M.S., Portuguez-Castro, M. & Mendoza-Urdiales, R.. (2025). Redefining education: educational trajectories for complex thinking skills. Humanities & Social Sciences Communications 12, 958 https://doi.org/10.1057/s41599-025-04929-2