Hay una serie de razones por las que el declive de la fabricación puede haber ido demasiado lejos. Se teme que la externalización y la deslocalización excesivas, en el contexto de las cadenas de valor globales (“GVC”), hayan amenazado la seguridad económica de los países debido a la pérdida de capacidades estratégicas (según Gary Pisano de Harvard). Los documentos de política del lado del Atlántico de la Unión Europea (UE) han sugerido recientemente que hay tres ventajas principales de un gran sector manufacturero: i) es una fuente de crecimiento de la productividad; ii) es un motor para I + D (Investigación y Desarrollo) e innovación, y; iii) estimula el comercio y la internacionalización. Los responsables políticos europeos, que persiguen el objetivo de Lisboa del 3% del PIB de una economía invertido en I + D, han sugerido que se debe detener la desindustrialización y que debe estimularse la actividad manufacturera, como una forma de aumentar las inversiones en I + D. Más específicamente, los formuladores de políticas de la UE han propuesto el objetivo del 20% del valor agregado proveniente del sector manufacturero de un país para 2020.
En medio de las conjeturas que rodean el papel del sector manufacturero en el apoyo a la innovación, la exportación y el crecimiento de la productividad, contribuimos a la literatura al proporcionar pruebas novedosas entre países. En particular, en nuestro ejercicio empírico observamos que el tamaño del sector manufacturero está asociado positivamente con el crecimiento de la inversión en I + D, ya sea que se incluyan o no las variables de control. Sin embargo, no observamos una relación sólida entre la participación de la manufactura y el crecimiento de la productividad o la actividad exportadora. Como se argumentó en estudios anteriores, estos resultados sugieren que un gran sector manufacturero co-evoluciona con capacidades de innovación y oportunidades de innovación.
Sin embargo, la relación positiva entre BERD (Gastos de negocios en I + D, o en inglés ‘Business Expenditures on R&D’) y la participación del valor agregado en el sector manufacturero se debe principalmente al hecho de que el sector manufacturero generalmente es más intensivo en I + D que otros sectores empresariales. De hecho, al refinar aún más nuestro marco de estimación, no encontramos evidencia de una externalidad de la I + D de fabricación a la I + D de otros sectores empresariales. En otras palabras, aumentar la participación en el valor agregado de la manufactura en la economía puede ser una opción que conduzca a una mayor intensidad de I + D en general, porque el sector manufacturero generalmente es relativamente intensivo en I + D, aunque la I + D del sector manufacturero no parece crear externalidades que conduzcan a una mayor I + D en sectores fuera de la manufactura.
Esta información se ha presentado en el paper “Three Cheers for Industry: is Manufacturing Linked to r&d, Exports, and Productivity Growth?” elaborado por Alex Coad y Antonio Vezzani .
Si desea comunicarse con el profesor e investigador de CENTRUM PUCP, Alex Coad, escribir a: acoad@pucp.edu.pe