La ciencia, la tecnología y la innovación tecnológica (CTI) son elementos indispensables para el progreso social y económico del mundo (Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2012). El recurso decisivo para su desarrollo es el capital humano calificado (Manassero & Vásquez, 2003). Sin embargo, a través de la historia, la CTI ha presentado una división del trabajo marcada por factores sociales y de género (Banco Interamericano de Desarrollo, 2010), que ha derivado en una subrepresentación de las mujeres en esta área en la mayoría de países (Blickenstaff, 2005). El Perú no es ajeno a esta situación. Según los datos disponibles, expuestos en este documento, se observa que, si bien se ha presentado en los últimos años un aumento de la matrícula femenina en las universidades, esto no se corresponde necesariamente con su participación en áreas vinculadas a la CTI.