Las cuatro áreas académicas estudiadas fueron: Operaciones, Finanzas, Marketing, y Estrategia y Liderazgo. El área de Operaciones incluyó asignaturas sobre herramientas para la toma de decisiones, estadística, gestión de operaciones, tecnología de la información, comercio electrónico y gestión de la cadena de suministro. El área de Finanzas contenía cursos sobre contabilidad financiera y administrativa, matemáticas para finanzas, ingeniería financiera y mercados de capital, finanzas internacionales, economía de negocios, macroeconomía, política económica, y administración de recursos financieros. El área de Marketing incluyó asignaturas sobre gestión del marketing, marketing internacional, gestión de ventas, emprendimiento empresarial innovador, e investigación de marketing. Finalmente, el área de Estrategia y Liderazgo contenía cursos sobre comportamiento organizacional, desarrollo de capital humano, comunicación efectiva, atributos de liderazgo y gestión, negociación y gestión de conflictos, y gestión estratégica.
Los resultados indicaron que el pensamiento crítico tiene un impacto positivo en el rendimiento académico. Respecto a las áreas académicas estudiadas, las áreas de Marketing, y Estrategia y Liderazgo fueron las que obtuvieron las puntuaciones medias más altas. En consecuencia, los estudiantes de MBA con mayor capacidad de pensamiento crítico tienen un mejor rendimiento que aquellos con una capacidad de pensamiento crítico promedio. Asimismo, los estudiantes con una capacidad de pensamiento crítico promedio tienen un mejor rendimiento que los estudiantes con una capacidad de pensamiento crítico inferior.
Igualmente, las capacidades de análisis e interpretación están involucradas en el proceso de planificación, mientras que la evaluación de los argumentos, la inferencia y la deducción son importantes para la toma de decisiones. Ambos conjuntos de habilidades se estimulan en los cursos de Marketing y Estrategia y Liderazgo, áreas que obtuvieron mejores resultados que las áreas de Operaciones y Finanzas, que exigen en sus cursos capacidades más analíticas y matemáticas, de verificación de información y capacidad de toma de decisiones para resolver problemas de una manera más estructurada.
Además, los hallazgos respaldan la utilidad de la Prueba de Evaluación del Pensamiento Crítico de Watson-Glaser, para predecir el éxito del MBA. Los diseñadores de los cursos de un MBA también pueden utilizar los resultados de esta investigación para incorporar en sus cursos materiales que estimulan aún más los procesos de pensamiento crítico en los estudiantes. En este sentido, los instructores de un MBA pueden capacitar a sus estudiantes en el pensamiento crítico y analítico; así como buscar oportunidades para mejorar estas habilidades de pensamiento, de orden superior, en sus estudiantes (por ejemplo, haciéndoles preguntas desafiantes e inferenciales) y hacer que escriban ensayos en cada curso, lo que permitirá a los instructores conocer estas habilidades en sus alumnos.
De la misma manera, se recomienda desarrollar un plan de estudios de MBA que equilibre cursos de habilidades duras y blandas, para brindar a los graduados mejores herramientas de gestión para sus futuras carreras. El pensamiento crítico es una habilidad blanda que se debe enfatizar en los diferentes cursos de un programa de MBA como un rasgo importante a desarrollar en los gerentes.
Esta investigación se une a un grupo bastante pequeño de estudios, que muestran evidencia del ámbito de la educación superior peruana (véase, por ejemplo, D’Alessio & Avolio, 2011; Charles & Gherman, 2014, 2015). Sus hallazgos pueden conducir a más investigaciones sobre programas de MBA y escuelas de negocios en Perú.
Esta información ha sido presentada en el documento paper “Studying the impact of critical thinking on the academic performance of executive MBA students”, preparado por Fernando D’Alessio, Beatrice Avolio y Charles Vincent.
Si desea comunicarse con la profesora e investigadora de CENTRUM PUCP, Beatrice Avolio, escribir a: bavlo@pucp.pe
Referencias
D ‘ Alessio, F.A., & Avolio, B.E. (2011). Escuelas de negocios y restricciones de recursos: ¿una tarea para decanos o magos? Research in Higher Education Journal, 13, 1 – 37
Charles, V., & Gherman, T. (2014). Factores en fl uir en los estudiantes ‘ elección de un B-escuela. The New Educational Review, 37(3), 117 – 129.
Charles, V., & Gherman, T. (2015). El valor de la marca basada en los estudiantes en el sector de las escuelas de negocios: un estudio exploratorio. The New Educational Review, 42(4), 165 – 176.