¿Cómo responden los emprendedores refugiados al apoyo de los ciudadanos del país anfitrión, especialmente de aquellos que trabajan en sus negocios? En otras palabras, ¿deberían los emprendedores refugiados mostrar a los ciudadanos del país anfitrión cierto nivel de inclusión? Tras una búsqueda exhaustiva en las bases de datos Web of Science y Scopus de artículos que aborden las dos preguntas anteriores, parece haber una brecha en la literatura académica al respecto.
En las últimas dos décadas, el concepto de inclusión organizativa ha ganado mayor relevancia en la literatura de gestión. Esto se ha percibido como un resultado lógico de la globalización, como se puede observar en la creciente inmigración temporal y permanente, así como en los programas socioeducativos lanzados por muchos países occidentales, en particular aquellos que sufren de una fuerza laboral envejecida, para atraer a ciudadanos altamente calificados y talentosos provenientes de naciones en desarrollo. La inclusión organizativa refleja el grado en que un empleado percibe que es un miembro respetado del grupo de trabajo al que pertenece.
La guerra civil en Siria resultó en la crisis de refugiados más grande del mundo. Millones de sirios enfrentaron un grave problema humanitario y una amenaza, y en consecuencia escaparon a países vecinos y a Europa. Egipto es uno de los países que abrió sus brazos a 120,000 refugiados sirios legales, pero el número total de sirios (refugiados regulares e irregulares) en Egipto superó los 1.5 millones en 2022. Afortunadamente, y a diferencia de los países europeos, Egipto nunca ha establecido campos para refugiados en su historia. Los sirios viven en muchas ciudades de Egipto y disfrutan de los mismos derechos que los ciudadanos egipcios. Sin embargo, Egipto nunca asegura oportunidades laborales para los refugiados debido a su pobre desempeño económico. Por ley, los refugiados sirios pueden trabajar e invertir como deseen. Cabe señalar que el número de refugiados sirios que se vieron obligados a abandonar su país desde la guerra civil supera los 5.6 millones. Con excepción de Egipto, en otros países los refugiados sirios han tenido que superar diversos tipos de complejidades legales, sociales, culturales y económicas para poder integrarse en sus nuevas sociedades y considerar la posibilidad de convertirse en emprendedores. En consecuencia, el Dr. Mousa y su colega han decidido centrarse en los empleados egipcios que trabajan en restaurantes propiedad de refugiados sirios en Egipto en un intento por responder a la pregunta: ¿Cómo garantizan los emprendedores sirios en Egipto la inclusión organizativa de sus empleados egipcios?.
El presente artículo contribuye al diálogo global sobre el estatus y el empoderamiento de los refugiados en las últimas dos décadas. En este sentido, y a lo largo de las entrevistas realizadas, el Dr. Mousa y su colega descubrieron que los refugiados sirios en Egipto responden a los gestos emancipadores que reciben de su país anfitrión con largas jornadas laborales, bajos incentivos financieros y un trato de segunda clase hacia los ciudadanos del país anfitrión (en este caso, los empleados egipcios). Esto desarrolla una clasificación de grupos internos y externos y un sentimiento de exclusión para los ciudadanos del país anfitrión (empleados egipcios en este caso). Además, los resultados de la guerra civil, las dificultades humanitarias y los sentimientos de inseguridad que han experimentado los llevan a percibir las preocupaciones de los empleados egipcios sobre las largas jornadas laborales, la disponibilidad prolongada y las exigencias laborales extremas como una especie de “necesidad injustificada de atención y no un caso de ‘verdadero’ sufrimiento”.
Dadas las conclusiones de su artículo, el Dr. Mousa y su colega creen que los refugiados a menudo sufren estrés postraumático que se refleja en su forma de pensar y actuar. Dicho trauma suele ser un obstáculo para avanzar, por lo que el país anfitrión podría facilitar visitas obligatorias financiadas a psiquiatras y asesoramiento psicológico para los refugiados sirios con el fin de ayudarlos a superar su sufrimiento y dificultades. Egipto debería colaborar con organizaciones de la sociedad civil locales y globales para asegurar los fondos necesarios para implementar tales iniciativas. Además, los ministerios de inmigración, inversión e industria en Egipto deberían desarrollar una línea directa a través de la cual tanto los empleados sirios como los egipcios puedan plantear inquietudes independientemente de su nacionalidad cuando sientan que se han vulnerado sus derechos o han sido explotados de alguna manera. Además, el ministerio de trabajo en Egipto debería exigir a todas las pequeñas empresas, como los restaurantes, que no exijan más de 8 a 10 horas de trabajo al día para sus empleados, de lo contrario se impondrá una sanción financiera.
REFERENCIAS
Mousa, M., & Abdelgaffar, H. (2023). They sell Shawarma and pain: How do refugee entrepreneurs include host-country citizens? Evidence from a non-Western country. Tourism and Hospitality Research, 0(0). https://doi.org/10.1177/14673584231182992